
Ante todo debo aclarar que esta entrada no va del palo nostálgico. Para nada. Nada que ver con el espíritu baboso de cierto anuncio generacional de un conocido refresco. La nostalgía siempre me ha parecido algo propio de quienes se refugian en su pasado porque su presente no es tan maravilloso como imaginaron. Pues no es mi caso.
Hoy me he enterado de que se cumplen 15 años de la publicación del "Ten" de Pearl Jam y del "Nevermind" de Nirvana. Han pasado más de 5000 días desde que, al escuchar esos discos por primera vez, tuve la sensación de que pasarían a formar parte de mi vida para siempre. Y así ha sido. Todavía de vez en cuando desempolvo uno de esos vinilos, lo coloco en el plato, dejo que la aguja crepite hasta que comiencen a sonar los primeros acordes y noto como algo se revuelve en mi interior. ¡Yeaahh!!!!
A lo que iba. 15 años son una vida. En 1 año una vida puede cambiar mucho. En 5 puede dar un giro considerable. En 10 puede que hayas cambiado de peinado, de coche, de casa y hasta de mujer y amigos. En 15 puede ocurrir que un día ni tu mismo te reconozcas.
Cuando eso pasa no puedes echarle la culpa al espejo. Es porque te has convertido en alguien con quien nunca te irías a tomar unas cervezas. Y lo peor es que por mucho que te empeñes no hay manera de recuperar a aquel entusiasmo juvenil que abandonaste en algún recodo del camino. Entonces echarás la vista atrás y recurrirás a la estupidez aquella de que cualquier tiempo pasado fue mejor. A partir de ese momento te puedes declarar psicologicamente muerto, porque estarás conduciendo tu vida tomando como referencia el retrovisor.
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2 comentarios:
Cal posar-se d'empeus quan parlem d'aquests dos discs! Jo encara els escolto també.
Tot i que jo encara aniria a fer una birra amb mi...de fet ho faig! jajaja
Hostia!!! 15 anys del nervermind!!....bufff aixo ha estat un cop baix...si que ens fem grans si...
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